Desde la Asociación Hispalense de Terapias Ecuestres creemos firmemente en la necesidad de todas las personas de ejercitar al aire libre su cuerpo y sus sentidos, en todas sus dimensiones y en todo su potencial. Esta necesidad se multiplica cuando se trata de pacientes con distintas capacidades físicas, psíquicas o sensoriales, que suelen llevar una vida sedentaria en los centros, geriátricos y unidades de día.
Por eso, con el inicio del nuevo curso 2022/2023, retomamos también las actividades complementarias que ofrecemos a los grupos y que se favorecen de la ayuda que la Fundación ”la Caixa” y CajaSol otorgaron a nuestra asociación como beneficiaria de la Convocatoria Territorial Andalucía 2021.

Estas actividades están pensadas para que, mientras una parte del grupo practica las terapias ecuestres con la ayuda de nuestros monitores y fisioterapeutas, el resto pueda esperar su turno disfrutando de la naturaleza, poniendo en movimiento su cuerpo o estimulando sus sentidos.
Se trata de un conjunto de actividades diseñadas por los socios para desarrollar las capacidades de los usuarios de la asociación. Constan de varios recursos:
Un parque sensorial, en el que las personas que acudan al centro pueden explorar el terreno ejercitando el sentido del tacto. Por él pueden caminar descalzos para activar la estimulación de los pies a través de las distintas texturas dispuestas en el suelo.
El parque sensorial culmina en su parte central en una torre completamente cubierta con relieves. Tocarla les sirve para estimular la sensibilidad de las manos y los dedos y trabajar la psicomotricidad fina. Además, alcanzar el extremo superior e inferior de la torre les invita a estirar todo su cuerpo y agacharse, ejercitándolo y poniéndolo en movimiento.
Otro de los recursos con que contamos es el laberinto, un terreno con caminos señalados en el suelo por piedras, que los usuarios deben recorrer hasta encontrar la salida. Esta actividad les anima a deambular y reconocer el espacio, pero también es muy útil para fomentar el trabajo en equipo, cuando uno de los usuarios puede ayudar a alguno de sus compañeros a recorrer todo el trayecto de principio a fin.

Para preparar el contacto con nuestros caballos, en la asociación contamos con un recurso muy especial: la escultura del caballo Manolito. Esta obra reproduce la fisonomía del animal. Pero no solo es una obra de arte que ofrece gran belleza a las vistas de nuestro centro. Ante todo, es un recurso pensado para ayudar a nuestros usuarios a familiarizarse con los animales: sirve a aquellas personas que han desarrollado un miedo especial a montar a caballo. En esta escultura, que puede soportar el peso de una persona, los usuarios pueden practicar los ejercicios que más tarde realizarán a lomos del animal y, poco a poco, superar este temor. Su cola, finamente tallada en relieve, ofrece además la oportunidad de palparla para aquellas personas que necesitan trabajar la sensibilidad y movilidad de sus dedos.