En las terapias ecuestres los caballos son un requisito fundamental pero, para nosotros, no sólo como un instrumento indispensable de trabajo, sino como una fuente de aprendizaje y conexión con los pacientes. Más allá de los ejercicios de hipoterapia que puedan realizarse gracias a ellos, lo que aportan a la mejora de los pacientes gracias a esta experiencia tan enriquecedora como es la nobleza de los caballos, es para nosotros uno de los aspectos a tener más en cuenta.
Por eso, hoy queremos presentaros a uno de ellos. Su nombre es Luce y llegó a nuestro centro en febrero de este año. Tiene sólo cinco años y nadie antes lo había montado cuando nos lo donaron.

Generalmente, las asociaciones de terapias ecuestres prefieren a caballos con una edad superior y que ya estén formados, puesto que estas condiciones ahorran mucho trabajo a la asociación. Pero nuestra filosofía se basa en la doma natural y en el adiestramiento exclusivo para las terapias y es por este motivo por el que desde Hipoterapia Sevilla solo trabajamos con caballos que llegan a nuestro centro siendo jóvenes y sin haber sido montados anteriormente para que así no dispongan de costumbres arraigadas que puedan ser perjudiciales para las terapias ecuestres y nuestro usuarios.

Nuestros caballos viven en un entorno libre y natural para desarrollar su capacidad de movimiento y evitar conductas potencialmente peligrosas debidas al estrés o maltrato que podría ocasionar una vida recluida en boxes y una doma cruenta.
Además nos mostramos radicalmente en contra de cualquier tipo de relación con los caballos basada en el sometimiento por miedo o dolor y del uso de instrumentos de coacción como espuelas, serretas, gritos o castigos. Como solemos decir en Hipoterapia Sevilla: “Todo lo forzado deja de ser bello”.
Nuestros principios son la doma natural y el respeto a la etimología animal, y por este motivo tenemos un cuidado especial en nuestra relación con los caballos. Las terapias ecuestres precisan de unos caballos pacientes y comprensivos, domados para que obedezcan las órdenes desde la confianza y el sentimiento de fraternidad con el equipo terapéutico.


Estos son los pilares en los que se sustenta nuestra relación con nuestros caballos y que la presidenta de Hipoterapia Sevilla, Carmen Goncet, explica certeramente: “Este Ser vivo es impresionante cuando lo tratas con cariño, ternura y comprensión. Los caballos entienden los gestos y sonidos del ser humano siempre que lo trates con respeto. Si es así, el respeto será mutuo, siempre. Es la belleza entre dos seres vivos: el hombre y el caballo. De esta forma y no de otra dará su máximo resultado y beneficio a las personas con discapacidad y exclusión social”.
