Nos visitan las personas internas del Hospital Psiquiátrico de la Penitenciaría de Sevilla

Como ya sabéis, nuestras terapias no son solo útiles para pacientes de enfermedades neurológicas, con limitaciones de movilidad o discapacidad física o sensorial. Todas las personas que lo necesiten por su salud mental o sus condiciones de vida son bienvenidas a nuestra asociación. Entre este grupo se encuentran, por ejemplo, todos aquellos que residen en centros institucionales, residencias o unidades de día: para ellos una visita a nuestro centro de terapias ecuestres significa abandonar sus rutinas sedentarias y su aislamiento, entrar en contacto con la naturaleza y disfrutar de la compañía de nuestros animales.

En este sentido, entre los beneficiarios de este tipo de actividades se encuentran las personas internas del Hospital Psiquiátrico de la Penitenciaría de Sevilla, que pudieron visitarnos recientemente gracias a la financiación de una socia anónima. Para estas catorce personas, que acudieron acompañadas por el equipo técnico del hospital, preparamos una serie de actividades en plena naturaleza, pensadas para mejorar su bienestar psíquico, físico y social.

Una de las actividades fue un taller de monta, que les permitió entrar en contacto directo con el caballo y realizar actividad física, algo imprescindible en personas con una vida sedentaria. Además, pudieron practicar sus habilidades para trabajar en equipo, ya que a lo largo del taller participaron también como auxiliares ecuestres para ayudar a sus compañeros.

Complementamos esta actividad con un taller impartido por Antonia, una gran amiga de la entidad que participó como voluntaria. Durante este taller, los internos descubrieron las partes del animal y los cuidados que necesitan. Además, pudieron ponerlos en práctica, cepillarlos y acariciarlos.

También les propusimos una actividad de cuidado de la naturaleza en nuestro jardín. Preparar las macetas y arreglar las plantas y flores requiere paciencia y templanza. Para ello es preciso agudizar la capacidad de observación con el fin de comprender qué es lo más beneficioso para el cuidado de estos seres vivos. De esta manera permite desarrollar un ánimo sereno. Al final del proceso, resulta muy gratificante comprobar los resultados: un jardín hermoso para nuestro disfrute y el de otros compañeros que acudan al centro.

Preparamos para ellos estas actividades que podían ofrecerles un periodo de paz y armonía, de felicidad y disfrute en la naturaleza. Además, les servían para trabajar sus habilidades sociales y su autoestima al compartir la experiencia y colaborar con sus compañeros, sintiéndose útiles para el beneficio de los demás. Al terminar, lo celebramos merendando todos juntos.

El proceso de acercamiento al caballo

No todos los usuarios son iguales ni tienen las mismas necesidades o capacidades. Es por ello que, desde nuestra asociación, cuando proponemos terapias concretas a los pacientes, lo hacemos considerando siempre qué actividad puede ofrecerles mayor beneficio a su salud y a su bienestar general, qué pueden hacer ellos de manera independiente y qué podemos hacer nosotros para facilitar su aprovechamiento de nuestros recursos.

Por eso, nuestras terapias ecuestres no solo son actividades deportivas, psicopedagógicas o ejercicios de fisioterapia que se puedan practicar a lomos de nuestros animales. En ocasiones, los caballos pueden ser un alivio emocional, un buen compañero para mejorar la salud y el ánimo, incluso cuando los usuarios no pueden montar.

Es el caso de los pacientes neurológicos, como personas que hayan sufrido ictus o pacientes de ELA. Cuando su patología está muy avanzada, estas personas pueden desarrollar una gran rigidez muscular y limitaciones de movilidad muy graves, lo que les lleva incluso a perder la capacidad de hablar. Se trata de pacientes crónicos, con una dependencia total de sus cuidadores durante las 24 horas del día. Es por ello por lo que apenas pueden abandonar su domicilio y viven en una situación de aislamiento respecto a su entorno social, familiares, amigos y vecinos.

Acudir a nuestro centro ofrece el beneficio de estar al aire libre y en contacto con la naturaleza. Pero no solo para ellos, sino para esos cuidadores, en ocasiones sus propios familiares, que sacrifican su día a día para atender a los enfermos. Para ambos, visitar nuestras instalaciones significa compartir un momento de paz y descanso, en medio de tanto esfuerzo cotidiano.

El mayor beneficio es el que experimentan los usuarios al practicar el acercamiento al caballo. Como no gozan ya de movilidad para alcanzar el animal por sus propios medios, son nuestros fisioterapeutas quienes saben cómo tomar las manos de los pacientes y extender sus brazos de la mejor manera, para que puedan acariciarlo, sentir el calor del caballo, la textura suave de su pelaje.

Este acercamiento ante un animal tan noble y sensible como el caballo, que reacciona con docilidad ante sus emociones, es un gran alivio para los enfermos. Por primera vez en mucho tiempo, estos pacientes se encuentran ante un ser que no los juzga, que no los considera una carga. El animal se acerca a ellos con la mera voluntad de ofrecerles compañía y calor y los pacientes se sienten así confortados, invadidos por una gran serenidad.

Esta actividad es posible gracias a la ayuda que la Fundación ”la Caixa” y CajaSol otorgaron a nuestra asociación como beneficiaria de la Convocatoria Territorial Andalucía 2021.

Agradecemos el trabajo de nuestros voluntarios

La Asociación Hispalense de Terapias Ecuestres dedica todos sus esfuerzos a ofrecer las terapias y actividades al aire libre que permitan mejorar la vida de sus usuarios. Pero una asociación como esta no se compone solo de sus beneficiarios y socios, sino de todas aquellas personas que aportan su mejor energía para hacer de esta suma de voluntades una realidad palpable. Por eso, tan necesario es el trabajo de nuestros empleados, desde los fisioterapeutas a los monitores o mozos de cuadra, como la dedicación de nuestros voluntarios, a quienes queremos reconocer y homenajear con estas palabras.

El año pasado estos voluntarios nos permitieron abordar tareas esenciales en el día a día del centro como su mantenimiento y la limpieza y arreglo de los jardines. Otras personas voluntarias nos acompañan en las sesiones para garantizar la seguridad de todos los usuarios.

También merecen un especial reconocimiento los voluntarios que nos ayudan en el cuidado de los caballos. Nuestros animales son un valor esencial en la asociación, como compañeros inestimables de nuestros usuarios en el desarrollo de sus terapias. Por eso agradecemos especialmente a quienes ofrecen su tiempo como auxiliares ecuestres. Es el caso de los menores voluntarios del CIMI El Limonar de Fundación Diagrama, que quisieron aportar su esfuerzo para el bienestar de nuestros caballos.